Después de surcar los océanos del mundo cargado de mercancías, un antiguo contenedor marítimo de 40 pies (unos 12 metros cuadrados) ha encontrado una segunda vida en el campo gallego, convertido en casa de fin de semana. Un estudio de arquitectura de Vigo ha diseñado esta vivienda-contenedor, que supone un ejemplo de construcción sostenible.
Los arquitectos Severo Fernández y Basilio Rodríguez, de Estudio Base, firman este proyecto, ubicado en la comarca de O Val Miñor, en el sur de la provincia de Pontevedra. «Surgió como una idea de investigación sobre el reciclaje de ese elemento de transporte», explica Severo Fernández, quien además ha sido el promotor de la obra, por el momento un prototipo.
La reutilización de contenedores de transporte marítimo en la construcción cuenta con precedentes en Galicia. Sin embargo, su uso con fines residenciales todavía es poco frecuente, a diferencia de otros países como Reino Unido o Países Bajos, donde sí se utilizan desde hace años como viviendas.
La particularidad del diseño de este estudio gallego consiste precisamente en que se presenta como residencia ocasional. «Puede emplearse como refugio de fin de semana en el campo, vivienda anexa para invitados o casita de piscina», señala Fernández.
La principal dificultad técnica, según el arquitecto, consistió en conseguir unas buenas condiciones térmicas y acústicas en el interior del contenedor. Así, la chapa metálica original se sometió a un proceso de limpieza y tratamiento antioxidante, para luego cubrirse con varias capas aislantes, tanto en el interior como en el exterior. Para la fachada se optó por un revestimiento de madera de pino.
En su interior, esta vivienda presenta una sencilla distribución, con un área de cocina y sala de estar y otra de dormitorio, separadas por una pieza central destinada a cuarto de baño. Además, la zona de día se prolonga gracias a un porche exterior que dispone de cubierta desmontable, solución que permite ganar espacio y abrirse al entorno.
La comercialización de este modelo todavía se halla en fase de estudio, por lo que sus autores no avanzan un precio, pero la idea es ofrecer una opción económica frente a la construcción tradicional. En Internet, pueden encontrarse contenedores marítimos usados en venta a partir de 1.200 euros. Además, esta casa ofrece la ventaja de la movilidad, al poder trasladarse de una ubicación a otra.
Vía: el mundo
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