Parece ser que miles de cinturones de seguridad que salen de fábrica sufren la severidad de las normativas en materia de seguridad y son desechados por no cumplir con todos los requisitos existentes. Como siempre hemos encontrado ideas para darles una segunda vida como llaveros cuelgallaves o como bolsos y cojines diseñados por la empresa Ting del Reino Unido.
Reciclar estos dispositivos de seguridad descartados por las estrictas normativas es sin duda una excelente iniciativa pues de otra manera habrían terminado en el vertedero y tardado una infinidad de tiempo en descomponerse. De hecho, el tejido y material sintético del que están fabricados hace a estos cinturones prácticamente indegradables.
Vía: amarilloverdeyazul
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