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La silla Alya Executive de Andreu World.Salva Lopez

¿Es el fin de décadas de desperdicio? Muebles de circuito cerrado o qué significa el movimiento Cradle to Cradle.

Cada vez cobra más sentido la idea de que el mobiliario también tiene su trazabilidad, como la lubina o los mejillones. El concepto C2C implica diseñar y fabricar productos que se puedan descomponer y rehacer en otros nuevos, en lugar de tirarlos y contribuir a contaminar más.

Si eres de los que da la vuelta a un plato o hace malabarismos para comprobar en el envés de una silla quién es su autor y qué marca la produce, ahora puedes sumar más detalles: qué tipo de madera, pintura, esmalte o tratamiento ha sido empleado en su fabricación; qué desperdicios se han generado en el proceso y cómo se han gestionado y, sobre todo, qué medidas se han tomado a la hora de idear y fabricar la pieza en cuestión para que retorne al medioambiente con el menor ―o nulo― impacto posible. Cada vez cobra más sentido la idea de que el mobiliario también tiene su trazabilidad, como la lubina o los mejillones, pero, ¿cómo es esto posible?

Se debe, en parte, al movimiento Cradle to Cradle (C2C), un concepto presentado por el químico William McDonough y el arquitecto Michael Braungart en su libro de 2002 Cradle to Cradle: Remaking the Way We Make Things (North Point Press). La idea detrás de este movimiento es crear un mundo donde todo esté diseñado para ser reciclado o reutilizado en un sistema de circuito cerrado, eliminando así el concepto de desperdicio. En un sistema de la cuna a la cuna —que es lo que literalmente significa traducido al castellano— todos los productos han de estar fabricados con materiales que pueden reciclarse o biodegradarse de forma segura y sencilla.

Frente al concepto antagónico de la cuna a la tumba, por el que los productos se fabrican, se usan y luego se desechan ―el usar y tirar de toda la vida―, la idea del C2C es diseñar productos que se puedan descomponer y rehacer en otros nuevos, en lugar de tirarlos y contribuir a contaminar más y crear más deshechos. Por tanto, se trata de utilizar recursos renovables y maximizar el uso de materiales mediante el reciclaje y la reutilización. Seguir leyendo

Vía: «El PAÍS» Estilo de vida